Soneto
para Annet Marie
Una
princesa sentada
en
lo alto de una torre,
llora
muy triste
en
su aposento, sola.
Sus
labios rosados,
su
sonrisa rota,
su
canción en silencio,
su
cara preciosa.
Sus
ojos vivos pero apagados,
su
corazón ama desolado,
a
un fantasma; a un joven sin vida.
No
llores más, princesa,
este
pobre fantasma borrará tu tristeza.
Ahora
ámame, porque yo te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario