A
la luz de tus ojos
Paseé
lentamente mis manos
por
las blancas teclas del piano.
Mis
lágrimas al caer derretían
sin
piedad alguna el viejo ébano.
Mi
corazón suspirando, latía
al
oír cerca de mí tus pasos.
Tú
alrededor de mis sentidos
envolviéndome
sin tocarme...
Hicimos
por entonces un juego
mas
bien era, una gran verdad:
supusimos
que tú lo eras todo.
Susurré
pues, algunas palabras
sin
mirarte siquiera, para que
ni
por asombro pudieras entrar
tan
profundo, dentro de mi alma.
La
música se sentía más intensa
y
mi fuerza ante ti aminoraba;
si
yo sólo soy una y tú el infinito.
Decidí
mirarte, sí, ¡con tanto amor!
La
noche dormía en tu mirada
pero
podía distinguir claramente
el
destello sobresaliente de una luna.
El
piano cesó y caí súbitamente
a
tus pies, sobre el frío suelo.
Y
me viste morir por ti...
Pero
morí a la luz de tus ojos.
22:10,
30/04/2014, Annet Marie
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